viernes, 9 de abril de 2010

Fotos "K"


obra teatral de la compañia CIKLOS
Kafka, Welles y otras hierbas.
Por Sebastián Forno
Periodista.

La compañía de teatro Ciklos ("El Señor de las Moscas" y "Los hermanos Montoya: armados, desalmados y hermanos") en su inagotable afán de experimentación, ha estrenado "K", basada en "El proceso", de Franz Kafka. Escrita y dirigida por Xavier Pacheco (novel cineasta nacional), esta determinista historia nos muestra el descaro con que los hombres son sometidos a las instituciones sin poder hacer na
da a su favor. Como es costumbre entre las producciones que la compañía ha realizado, "K" ofrece un espectáculo redondo, cohesionado y
lleno de detalles qu
e enriquecen a la obra, con diecinueve personajes completamente diferentes interpretados sólo por cinco
actores en forma magistral
y con una ingeniosa y protagónica escenografía. Cabe destacar que "K"es una obra autogestionada y financiada con dineros de la misma compañía.



Ésta es una obra fresca, hilara
nte y entretenida, narrada en un tono lúgubre se va haciendo progresivamente más asfixiante,
desconsolador, y psicótico. K v
a recorriendo los laberintos de la justicia tratando de encontrar una solución (y una explicación) al caso en que se ha visto
envuelto. Éste es el móvil de la acción, donde (al igual que en el libro de Kafka) la acusación misma pierde importancia frente al proceso judicial en sí y a las instituciones en las cuales éste se desarrolla. Heredera y no copia del libro, muestra a algunos de los personajes más importantes de la trama usando nombres distintos, o con actitudes distintas. La mayor diferencia con el original es, sin duda, la personalidad del protagonista, ya que es menos indolente, ensimismado y caótico que en la versión de Kafka, logrando una transformación completamente acertada.
El hecho de que e
l guionista y director de la obra sea un cineasta se deja sentir en la influencia casi tácita de la película que Orson Welles hiciese de este mismo libro, especialme
nte en el tono del relato, en los gestos del protagonista y en el aire en general que se respira en la obra. Mención aparte merece el excelente trabajo escenográfico, que consta de cinco estructuras móviles asimétricas que van armando los
diferentes escenarios en que se desarrolla la acción, ya sean estáticos o dinámicos. Además, todos los elementos están hechos en extrañas perspectivas que engañan al espectador en relación a su volumen u orientación. La música, realizada por Felipe Conejeros e Iván Tomasevic, aporta un alto porcentaje del tono lúgubre e hipnótico en que se desarrolla la acción, acompañada de un vestuario caótico y brillante y un
acabado trabajo de máscaras.

Es una obra redonda, cohesionada y llena de elementos que enriquecen su puesta en escena. Con actores de calidad, con una compañía ya consolidada y c
on una excelente historia entre manos, "K", de Ciklos, es una de las obras que un buen espectador no puede dejar de ver, por cuanto es un trabajo que dista bastante del teatro que comúnmente se realiza en nuestro país.

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